Octavo:No mentirás, ni levantarás falsos testimonios Desarrollar en nosotros la virtud de la veracidad, la cual nos inclina a hablar bien siempre con la verdad. Como es sabido, la pequeña mentira se convierte fácilmente en un hábito, en una forma de ir trampeando por la vida, de recurrir siempre a la mentira y luego enredarse personalmente en ella, viviendo de espaldas a la realidad. Además, cada vulneración de esa dignidad de la verdad no sólo rebaja a la persona, sino que constituye una grave infracción contra el amor. Porque escatimar al otro la verdad implica hurtarle un bien esencial y llevarle por el mal camino. La verdad es amor, y el amor que se oponga a la verdad se tergiversa a sí mismo.
Octavo:No mentirás, ni levantarás falsos testimonios
Desarrollar en nosotros la virtud de la veracidad, la cual nos inclina a hablar bien siempre con la verdad.
Como es sabido, la pequeña mentira se convierte fácilmente en un hábito, en una forma de ir trampeando por la vida, de recurrir siempre a la mentira y luego enredarse personalmente en ella, viviendo de espaldas a la realidad. Además, cada vulneración de esa dignidad de la verdad no sólo rebaja a la persona, sino que constituye una grave infracción contra el amor. Porque escatimar al otro la verdad implica hurtarle un bien esencial y llevarle por el mal camino. La verdad es amor, y el amor que se oponga a la verdad se tergiversa a sí mismo.
0 comentarios:
Publicar un comentario