jueves, 29 de diciembre de 2011

domingo, 18 de septiembre de 2011

martes, 26 de abril de 2011

El león - Ejercicios de comprension de lectura (8 -9 años)

El león hace gala de todo un aparato atemorizador e imponente que resulta de lo más inapropiado para un cazador. La flotante melena negra de los leones de montaña, la voz de trueno, las arrogantes posturas en los altos de los collados o en las cuerdas, forman parte de todo un sistema bélico que los machos ponen en juego para asustar a sus competidores; para que los vecinos líderes de otras tribus leoninas sepan que sus territorios de caza están defendidos por un león poderoso, en la flor de la edad.

Pero la especialización de los leones adultos en la delimitación y defensa de las fronteras de sus feudos no siempre se reduce a las imponentes actitudes de parada. Con frecuencia, los machos competidores libran batallas titánicas en la que no es raro que muera uno de los contendientes o queden muy malheridos. El más fuerte y hermoso de los leones que he observado y filmado fue encontrado muerto y semidevorado, una mañana, por los guardianes de la reserva del Ngorongoro. Durante toda la noche escucharon los terribles rugidos que acompañaban a las luchas territoriales. Al parecer, un león de melena roja, campeón de una horda vecina, mató al macho de la montaña aprovechándose de que éste estaba inútil, con una de sus zarpas hinchada como consecuencia de una espina infectada.

Esto explica mi afirmación de que los leones machos se asemejan más que ninguna otra criatura a los épicos monarcas medievales o a los heroicos guerreros de la "Iliada". Adornadas sus imponentes cabezas con el penacho de sus crines, sin malgastar sus energías en la caza o en los deberes familiares, pregonando a los cuatro vientos sus derechos sobre la propiedad de su feudo, los leones adultos y dominantes son mantenidos por las hembras y los machos jóvenes de sus hordas. Porque para la sociedad de los grandes felinos resulta más vital que la propia caza la garantía de posesión de un amplio territorio, donde no puedan penetrar otros congéneres, para que se conserve así la elevada densidad de animales herbívoros que la tribu necesita para alimentarse.

Pero, además de la lucha con los machos de otras hordas, en el seno de los propios grupos existe siempre una rígida jerarquización entre los leones adultos y semiadultos. Y tan pronto como un líder pierde facultades por la edad o por lesiones recibidas en un combate, su inmediato inferior lo desafía y ocupa inexorablemente su puesto si vence en el duelo.

Félix Rodríguez de la Fuente.


PRUEBA DE COMPRENSIÓN LECTORA

Nombre_________________________________

1. La principal misión del león es:

a) La caza.

b) La vigilancia.

c) La defensa de su territorio.

2. La gran melena negra del león sirve para:

a) Asustar a sus competidores.

b) Cazar.

c) Comunicarse con otros leones.

3. A veces los leones machos:

a) Se dedican a cazar.

b) Libran fuertes batallas.

c) Ceden sus territorios.

4. Un fuerte león fue encontrado muerto en:

a) Ngorondoro.

b) Sudáfrica.

c) Nigeria.

5. El león de Ngorongoro fue derrotado porque:

a) Era viejo.

b) Tenía una zarpa infectada.

c) Se descuidó en la pelea.

6. El león de Ngorongoro estuvo luchando:

a) Durante la mañana.

b) Durante la tarde.

c) Durante la noche.

7. El león de Ngorongoro fue derrotado por:

a) Un león de melena roja.

b) Un león de melena parda.

c) Un león de melena negra.

8. Los leones machos se asemejan a:

a) Los guerreros prehistóricos.

b) Los monarcas épicos medievales.

c) Las legiones modernas.

9. ¿Quién se dedica a la caza?

a) Los leones machos.

b) Solamente las hembras.

c) Las hembras y machos jóvenes.

10. Se produce un cambio de líder por:

a) La pérdida de facultades o por heridas.

b) Acuerdo mutuo entre los machos.

c) Rotación.
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Relato : Robinson Crusoe - Ejercicios de comprension lectora (8 - 9 años)

Estaba yo en la cumbre de la colina, en la parte este de la isla, desde donde en un día despejado había llegado a divisar el continente americano, cuando Viernes miró muy atentamente hacia el continente y en una especie de arrebato, empezó a brincar y a bailar y me llamó a gritos, porque yo estaba a cierta distancia de él. Le pregunté que qué le pasaba.

-¡Oh, alegría! -dijo-. ¡Oh, alegre! ¡Yo ver mi tierra, ver mi país!

Observé que una inmensa sensación de placer aparecía en su rostro, y que sus ojos centelleaban, y que sus ademanes revelaban un ansia extraordinaria, como si quisiera volver de nuevo a su tierra. Esta observación mía me sugirió muchas ideas, que en un principio me hicieron no estar tan tranquilo respecto de mi nuevo criado Viernes como lo estaba antes. No tenía ninguna duda de que si Viernes podía regresar con su pueblo, no sólo olvidaría toda su religión, sino también toda su gratitud para conmigo; y también que sería lo suficientemente osado como para hablar de mí a los suyos, regresar con un centenar o dos de ellos, y hacer un festín conmigo, lo cual le produciría tanto júbilo como el que solía sentir con los de sus enemigos cuando eran hechos prisioneros en la guerra. Pero era muy injusto con aquel pobre ser honrado, lo cual lamenté más adelante.

Como mi recelo aumentaba hasta llegar a dominarme, durante varias semanas estuve un poco más circunspecto, y no tan familiar y amable con él como antes.

Al cabo de varios días, sondeé a Viernes y le dije que le daría un bote para volver a su tierra; y así fue como le llevé a ver a mi chalupa, que se hallaba en el otro lado de la isla, y tras haberla vaciado de agua, porque yo siempre la mantenía hundida, la puse a flote, se la enseñé y los dos nos metimos dentro. Vi que era habilísimo en maniobrar con ella, que sabía hacerla navegar casi con tanta ligereza y rapidez como yo mismo; así que cuando él estuvo dentro le dije:

-Bueno, Viernes, ¿vamos a tu tierra?

Se quedó como alelado al oírme decir esto, al parecer porque creía que el bote era demasiado pequeño para ir tan lejos. Entonces le dije que tenía otro mayor; así es que al día siguiente fui hacia el lugar donde estaba el primer bote que había hecho, pero que no pude llevar hasta el agua. El dijo que aquél era lo suficientemente grande; pero lo que pasaba era que como yo no me había cuidado de él, y había estado allí veintidós o veintitrés años, el sol lo había resquebrajado y resecado, de manera que estaba inservible. Viernes me dijo que un bote así iría muy bien y podría llevar "mucho bastante víveres, bebida, pan", que así era como hablaba.

Estaba ya por este tiempo tan obsesionado por mi propósito de cruzar el mar con él y llegar hasta el continente, que después de todo aquello le dije que íbamos a hacer un bote tan grande como ése para que él pudiera volver a su país. No respondió ni una palabra, pero se quedó muy serio y triste. Le pregunté qué le pasaba. Y él a su vez me hizo esta pregunta: -¿Por qué muy enfadado con Viernes? ¿Qué hacer yo?

Le pregunté que qué quería decir con esto y le aclaré que yo no estaba en absoluto enfadado con él. -¡No enfadado! ¡No enfadado! -exclamó repitiendo varias veces las palabras-. ¿Por qué enviar Viernes fuera de casa a mi tierra?

-¡Cómo! ¿No decías que querrías estar allí?

-Sí, sí -respondió-, querer estar allí los dos, no querer Viernes allí y amo no allí. En una palabra, no le cabía en la cabeza irse sin mí.

-Pero, Viernes -dije-, si me voy contigo, ¿qué voy a hacer yo allí?

A esto me replicó con mucha viveza:

-Tú hacer mucho, mucho bien, tú enseñar hombres salvajes ser hombres buenos, sabios, pacíficos; tú enseñarles conocer Dios, rezar Dios y vivir vida nueva.

-¡Ay, Viernes! -dije-, no sabes lo que dices, yo no soy más que un ignorante.

-Sí, sí -insistió-, tú enseñarme bien, tú enseñar ellos bien.

-No, no, Viernes, irás sin mí, me dejarás aquí viviendo solo como antes.

De nuevo pareció quedarse muy confuso ante estas palabras, y precipitándose sobre una de las destrales que solía llevar, la cogió apresuradamente, vino hacia mí y me la dio.

-¿Qué tengo que hacer con esto? -le pregunté.

-Tú matar Viernes -dijo.

-¿Y por qué tengo que matarte?

Replicó con mucha viveza:

-¿Por qué enviar lejos Viernes? Coger, matar Viernes; ¿no enviar lejos Viernes?

Esto lo decía con tanta emoción que vi lágrimas en sus ojos. En una palabra, que vi con tal evidencia el extremado afecto que me profesaba y lo firme de su resolución, que le dije entonces, y se lo repetí a menudo más adelante, que nunca lo enviaría lejos de mí, si él quería quedarse conmigo.

Daniel Defoe. Robinson Crusoe



PRUEBA DE COMPRENSIÓN DE LECTURA

Nombre_________________________________

1.- ¿Cómo se llamaba el amigo de Robinson?

a) Miércoles.

b) Jueves.

c) Viernes.

2.- ¿Qué dijo Viernes al divisar el continente americano?

a) Quiero irme a mi tierra.

b) ¡Yo ver mi tierra, ver mi país!

c) ¡Quiero dejarte solo en la isla!

3.- Robinson pensaba que si Viernes se marchaba:

a) Olvidaría toda su religión y la gratitud para con él.

b) El se quedaría muy triste.

c) Se moriría de pena.

4.- Robinson estaba circunspecto o reservado porque:

a) Tenía miedo de quedarse solo.

b) Aumentaba su recelo.

c) Sentía tristeza.

5.- El bote grande estuvo al sol durante:

a) Doce o trece años.

b) Veinte o veintiún años.

c) Veintidós o veintitrés años.

6.- ¿Cómo estaba el bote grande?

a) Sin pintura.

b) Inservible.

c) Abandonado.

7.- Robinson le propuso a Viernes:

a) Hacer un bote grande.

b) Hacer dos botes.

c) Irse con el bote pequeño.

8.- ¿Por qué Viernes se quedó serio y triste?

a) Porque abandonaba la isla.

b) Porque se iban a separar.

c) Porque no tendría compañía.

9.- ¿Qué podía enseñarles Robinson a los amigos de Viernes?

a) A pescar.

b) A hacer botes.

c) A conocer a Dios, a rezar y a vivir una vida nueva.

10.- ¿Qué virtud tenía Viernes?

a) La fidelidad.

b) La fortaleza.

c) La sabiduría.
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Lectura : El elefante africano - Comprension lectora, examen (8 - 9 años)

En África abundan todavÍa animales tan majestuosos como el león, tan bellos como el leopardo y tan gráciles como las gacelas. Sin embargo, ninguno capta la atención del fotógrafo, del cazador o del turista como el colosal elefante. ¿Cuál es la causa del magnetismo que irradia una criatura tosca y aparentemente falta de elegancia? ¿Por qué el cazador recuerda durante toda su vida los segundos en que tuvo frente a su rifle al gigante africano? ¿Por qué el fotógrafo conserva como el más preciado de sus trofeos el retrato del proboscidio en actitud de carga?

El secreto de la atracción que el elefante ejerce sobre el hombre podría radicar simplemente en su tamaño, en el hecho de que ostenta el récord de peso y de volumen entre los mamíferos de la tierra firme y el ser humano es un inveterado conquistador de récords. Pero se me antoja que el origen de nuestras relaciones es mucho más profundo, lejano, y sin duda, dramático. Cada animal fitófago, es decir, comedor de plantas, es perseguido, controlado y, a veces, exterminado por un predator específico. Las cebras son la presa favorita de los leones; las gacelas,del guepardo; los monos, del leopardo; los angulados paleárticos, del lobo; las palomas, del halcón. El único predator especializado en la caza de elefantes, el único cazador que ha venido controlando la población de proboscidios de la Tierra, que ha exterminado algunas de sus razas y ha reducido, en los últimos cincuenta años, a una décima parte la densidad del elefante africano, es el hombre. Se cree que los indios sudamericanos acabaron con los últimos mastodontes del Nuevo Continente. Algunas tribus europeas y asiáticas del Paleolítico vivieron durante milenios a expensas del mamut, gigantesco elefante peludo del Cuaternario, según se ha podido comprobar por los restos hallados en sus antiguos campamentos. Los pigmeos de las selvas tropicales africanas, los furtivos negros, los profesionales del marfil y los llamados deportistas de Europa y América siguen abatiendo elefantes a un ritmo creciente donde no están férreamente protegidos. Los proboscidios están tan bien dotados por la Naturaleza que, sin la persecución constante del hombre, durante más de medio millón de años, hubieran llegado a extenderse por todos los continentes, al menos en sus partes cubiertas de vegetación herbácea o arbustiva.

Pero la más espectacular e inesperada consecuencia de la interdependencia entre el hombre y el elefante, cazador y presa, respectivamente, ha tenido lugar en los grandes parques africanos.

Félix Rodríguez de la Fuente.



PRUEBA DE COMPRENSIÓN LECTORA

Nombre_________________________________

1. El animal más atrayente al fotógrafo es:

a) El elefante.

b) El león.

c) El leopardo.

2. ¿Por qué ejerce tanta atracción?

a) Por su elegancia.

b) Por su tosquedad.

c) Por su tamaño.

3. Los animales comedores de plantas son:

a) Fitófagos.

b) Predatores.

c) Carnívoros.

4. La presa favorita de los leones es:

a) Las gacelas.

b) Las cebras.

c) Los monos.

5. La presa favorita del guepardo es:

a) Las gacelas.

b) Las cebras.

c) Los monos.

6. El predator de los elefantes es:

a) El león.

b) El hombre.

c) El leopardo.

7. El elefante es un:

a) Predator.

b) Mastodonte.

c) Proboscidio.

8. En los últimos cincuenta años han desaparecido:

a) La décima parte de los elefantes.

b) La mitad de los elefantes.

c) La mayoría de los elefantes.

9. El mamut fue la caza de:

a) Los indios sudamericanos.

b) Algunas tribus del Paleolítico.

c) Algunas tribus africanas.

10. El hombre persigue al elefante desde hace:

a) Dos millones de años.

b) Un millón de años.

c) Medio millón de años.
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Lectura : La odisea de Homero - Prueba de comprension lectora

Apenas el sol se puso y sobrevino la oscuridad, Circe me cogió de la mano, me hizo sentar separadamente de los compañeros y, acomodándose cerca de mí, me preguntó cuanto me había ocurrido; y yo se lo conté por su orden. Entonces me dijo estas palabras:

-Oye ahora lo que voy a decir y un dios en persona te lo recordará más tarde: llegarás primero a las sirenas, que encantan a cuantos hombres van a su encuentro. Aquel que imprudentemente se acerca a ellas y oye su voz, ya no vuelve a ver a su esposa ni a sus hijos rodeándole, llenos de júbilo, cuando torna a su hogar; las sirenas le hechizan con el sonoro canto, sentadas en una pradera en el centro de un enorme montón de huesos de hombres putrefactos cuya piel se va consumiendo. Pasa de largo y tapa las orejas de tus compañeros con cera blanca, mas si tú deseas oírlas, haz que te aten los pies y manos a la parte inferior del mástil, y que las sogas se liguen a él: así podrás deleitarte escuchando a las sirenas. Y en caso de que supliques o mandes a los compañeros que te suelten, atente con más lazos todavía.

Así dijo; y al punto apareció la Aurora, de áureo trono. La divina entre las diosas se internó en la isla, y yo, encaminándome al bajel, ordené a mis compañeros que subieran a la nave y desataran las amarras. Embarcáronse acto seguido y, sentándose por orden en los bancos, comenzaron a batir con los remos el espumoso mar. Por detrás de la nave de azulada proa soplaba próspero viento que henchía la vela; buen compañero que nos mandó Circe, la de lindas trenzas, deidad poderosa, dotada de voz.

Colocados los aparejos cada uno en su sitio, nos sentamos en la nave, que era conducida por el viento y el piloto. Entonces alcé la voz a mis compañeros, con el corazón triste, y les hablé de este modo:

-¡Oh amigos! No conviene que sean únicamente uno o dos quienes conozcan los vaticinios que me reveló Circe, la divina entre las diosas; y os los voy a contar para que, sabedores de ellos, o muramos o nos salvemos, librándonos de la Parca. Nos ordena lo primero rehuir la voz de las divinales sirenas y el florido prado en que éstas habitan. Sólo yo debo oírlas; pero atadme con fuertes lazos, en pie y arrimado a la parte inferior del mástil para que me esté allí sin moverme. Y en el caso de que os ruegue o mande que me soltéis, atadme con más lazos todavía.

Mientras hablaba, la nave llegó muy presto a la isla de las sirenas, pues la empujaba un viento favorable. Desde aquel instante echose el viento y reinó sosegada calma, pues algún numen adormeció las olas. Levantáronse mis compañeros, amainaron las velas y pusiérolas en la nave; y, habiéndose sentado nuevamente en los bancos, emblanquecían el agua, agitándola con los remos de pulimentado abeto. Tomé al instante un gran pan de cera y lo partí con el agudo bronce en pedacitos, que me puse luego a apretar con mis robustas manos. Pronto se calentó la cera, porque hubo de ceder a la gran fuerza y a los rayos del soberano Sol, y fui tapando con ella los oídos de todos los compañeros. Atáronme éstos en la nave, de pies y manos, derecho y arrimado a la parte inferior del mástil; ligaron las sogas al mismo; y, sentándose en los bancos, tornaron a batir con los remos el espumoso mar. Hicimos andar la nave muy rápidamente, y, al hallarnos tan cerca de la orilla que allá pudieran llegar nuestras voces, no les pasó inadvertido a las sirenas que la ligera embarcación navegaba a poca distancia y empezaron un sonoro canto.

-¡Ea, célebre Odiseo, gloria insigne de los aqueos! Acércate y detén la nave para que oigas nuestra voz. Nadie ha pasado en su negro bajel sin que oyera la suave voz que fluye de nuestra boca, sino que se van todos, después de recrearse con ella, sabiendo más que antes, pues sabemos cuántas fatigas padecieron en la vasta Troya griegos y troyanos por la voluntad de los dioses, y conocemos también todo cuánto ocurre en la fértil tierra.

Esto dijeron con su hermosa voz. Sintióse mi corazón con ganas de oírlas, y moví las cejas, mandando a los compañeros que me desatasen; pero todos se inclinaron y se pusieron a remar. Y, levantándose al punto Perimedes y Euríloco, atáronme con nuevos lazos, que me sujetaban más reciamente. Cuando dejamos atrás las sirenas y ni su voz ni su canto se oían ya, quitáronse mis fieles compañeros la cera con que había yo tapado sus oídos y me soltaron las ligaduras.


HOMERO. La Odisea


PRUEBA DE COMPRENSIÓN DE LECTURA

Nombre________________________________

1.- ¿Quién le enseñó a Ulises cómo librarse de las sirenas?

a) La diosa Parca.

b) La Aurora.

c) La diosa Circe.

2.- ¿Qué hacían las sirenas con los hombres que se acercaban?

a) Los encantaban.

b) Los mataban.

c) Los dormían.

3.- ¿Qué medios usaban las sirenas para hechizar?

a) Su conversación.

b) Un sonoro canto.

c) Sus gritos.

4.- ¿Qué tenía que hacer Ulises con los marineros?

a) Taparles los oídos con cera.

b) Atarlos a un mástil.

c) Taparles los ojos.

5.- ¿Cómo debía estar Ulises?.

a) Con las orejas tapadas de cera blanca.

b) Atado a la parte inferior del mástil.

c) Con los ojos tapados.

6.- ¿Con qué les premió Circe?

a) Con un mar en calma.

b) Con una mañana espléndida.

c) Con un viento favorable.

7.- Los marineros no debían oír a las sirenas ni:

a) Dejarse invitar por ellas.

b) Pisar el florido prado en que las sirenas habitan.

c) Comer lo que les dieran.

8.- ¿Qué pidieron las sirenas a Ulises?

a) Que detuviera la nave.

b) Que subieran a la isla.

c) Que comieran lo que les ofrecían.

9.- ¿Quién ató de nuevo a Ulises?

a) La diosa Circe.

b) La diosa Parca.

c) Perimedes y Euríloco.

10.- ¿Detuvieron la nave para oír a las sirenas?

a) Si.

b) No.

c) Un poco.
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Cuento : Orfeo y Euridice en Grecia - Lectura comprensiva

Cuentan las leyendas que, en la época en que dioses y seres fabulosos poblaban la tierra, vivía en Grecia un joven llamado Orfeo, que solía entonar hermosísimos cantos acompañado por su lira. Su música era tan hermosa que, cuando sonaba, las fieras del bosque se acercaban a lamerle los pies y hasta las turbulentas aguas de los ríos se desviaban de su cauce para poder escuchar aquellos sones maravillosos.

Un día en que Orfeo se encontraba en el corazón del bosque tañendo su lira, descubrió entre las ramas de un lejano arbusto a una joven ninfa que, medio oculta, escuchaba embelesada. Orfeo dejó a un lado su lira y se acercó a contemplar a aquel ser cuya hermosura y discreción no eran igualadas por ningún otro.

- Hermosa ninfa de los bosques –dijo Orfeo-, si mi música es de tu agrado, abandona tu escondite y acércate a escuchar lo que mi humilde lira tiene que decirte.

La joven ninfa, llamada Eurídice, dudó unos segundos, pero finalmente se acercó a Orfeo y se sentó junto a él. Entonces Orfeo compuso para ella la más bella canción de amor que se había oído nunca en aquellos bosques. Y pocos días después se celebraban en aquel mismo lugar las bodas entre Orfeo y Eurídice.
La felicidad y el amor llenaron los días de la joven pareja. Pero los hados, que todo lo truecan, vinieron a cruzarse en su camino. Y una mañana en que Eurídice paseaba por un verde prado, una serpiente vino a morder el delicado talón de la ninfa depositando en él la semilla de la muerte. Así fue como Eurídice murió apenas unos meses después de haber celebrado sus bodas.
Al enterarse de la muerte de su amada, Orfeo cayó presa de la desesperación. Lleno de dolor decidió descender a las profundidades infernales para suplicar que permitieran a Eurídice volver a la vida.
Aunque el camino a los infiernos era largo y estaba lleno de dificultades, Orfeo consiguió llegar hasta el borde de la laguna Estigia, cuyas aguas separan el reino de la luz del reino de las tinieblas. Allí entonó un canto tan triste y tan melodioso que conmovió al mismísimo Carón, el barquero encargado de transportar las almas de los difuntos hasta la otra orilla de la laguna.
Orfeo atravesó en la barca de Carón las aguas que ningún ser vivo puede cruzar. Y una vez en el reino de las tinieblas, se presentó ante Plutón, dios de las profundidades infernales y, acompañado de su lira, pronunció estas palabras:
- ¡Oh, señor de las tinieblas! Héme aquí, en vuestros dominios, para suplicaros que resucitéis a mi esposa Eurídice y me permitáis llevarla conmigo. Yo os prometo que cuando nuestra vida termine, volveremos para siempre a este lugar.
La música y las palabras de Orfeo eran tan conmovedoras que consiguieron paralizar las penas de los castigados a sufrir eternamente. Y lograron también ablandar el corazón de Plutón, quien, por un instante, sintió que sus ojos se le humedecían.
- Joven Orfeo –dijo Plutón-, hasta aquí habían llegado noticias de la excelencia de tu música; pero nunca hasta tu llegada se habían escuchado en este lugar sones tan turbadores como los que se desprenden de tu lira. Por eso, te concedo el don que solicitas, aunque con una condición.
- ¡Oh, poderoso Plutón! –exclamó Orfeo-. Haré cualquier cosa que me pidáis con tal de recuperar a mi amadísima esposa.
- Pues bien –continuó Plutón-, tu adorada Eurídice seguirá tus pasos hasta que hayáis abandonado el reino de las tinieblas. Sólo entonces podrás mirarla. Si intentas verla antes de atravesar la laguna Estigia, la perderás para siempre.
- Así se hará –aseguró el músico.
Y Orfeo inició el camino de vuelta hacia el mundo de la luz. Durante largo tiempo Orfeo caminó por sombríos senderos y oscuros caminos habitados por la penumbra. En sus oídos retumbaba el silencio. Ni el más leve ruido delataba la proximidad de su amada. Y en su cabeza resonaban las palabras de Plutón: “Si intentas verla antes de atravesar la laguna de Estigia, la perderás para siempre”.
Por fin, Orfeo divisó la laguna. Allí estaba Carón con su barca y, al otro lado, la vida y la felicidad en compañía de Eurídice. ¿O acaso Eurídice no estaba allí y sólo se trataba de un sueño?. Orfeo dudó por un momento y, lleno de impaciencia, giró la cabeza para comprobar si Eurídice le seguía. Y en ese mismo momento vio como su amada se convertía en una columna de humo que él trató inútilmente de apresar entre sus brazos mientras gritaba preso de la desesperación:
- Eurídice, Eurídice...
Orfeo lloró y suplicó perdón a los dioses por su falta de confianza, pero sólo el silencio respondió a sus súplicas. Y, según cuentan las leyendas, Orfeo, triste y lleno de dolor, se retiró a un monte donde pasó el resto de su vida sin más compañía que su lira y las fieras que se acercaban a escuchar los melancólicos cantos compuestos en recuerdo de su amada.

Metamorfosis.




Nombre_________________________________

PRUEBA DE COMPRENSIÓN DE LECTURA

1) ¿En qué país vivía Orfeo?
a) Roma.
b) Grecia.
c) Mesopotamia.


2) Eurídice era:
a) Una hermosa niña.
b) Una chica divertida.
c) Una ninfa de los bosques.


3) ¿Qué cualidades encontró Orfeo en Eurídice?
a) Hermosura y discreción.
b) Juventud y alegría.
c) Humildad y sencillez.

4) Orfeo compuso para Eurídice:
a) Una sinfonía del bosque.
b) Un concierto de lira.
c) Una bella canción de amor.


5) ¿Por qué murió Eurídice?
a) Porque los dioses la condenaron.
b) Porque le mordió una serpiente.
c) Porque la felicidad siempre es corta.


6) ¿Qué laguna separa el reino de la luz del reino de las tinieblas?
a) La laguna Estigia.
b) La laguna de Gallocanta.
c) La laguna de los dioses.


7) El dios de las profundidades infernales es:
a) Carón.
b) Neptuno.
c) Plutón.


8) ¿Qué condición puso Plutón a Orfeo?
a) Tocar un concierto con su lira.
b) No mirar a Eurídice antes de atravesar la laguna Estigia.
c) Componer una canción de amor.
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Lectura : El aguila real - Comprension de lectura, cuentos y relatos

Desde mi puesto de observación, bien camuflado bajo unas matas de boj, me deleito en la contemplación de cinco jóvenes zorros que juegan a la puerta de su refugio. Han salido hace media hora, con toda precaución, cuando el sol se asomaba sobre las cumbres. Poco a poco han ido cobrando confianza; tendidos en las posturas más cómicas han estado mordisqueándose, para terminar persiguiéndose abiertamente sobre la fresca hierba que crece ante el negro agujero de la cueva.
Súbitamente los cinco zorros a la vez se precipitan hacia su fortín. Casi en el mismo instante oigo detrás de mi cabeza un zumbido creciente, como el producido por una bandada de torcaces al pasar en vuelo bajo por un encinar. Primero veo una sombra enorme, exactamente delante de la mirilla de mi observatorio. Una masa parda se confunde con ella. Es el águila real. Con las alas semicerradas, formando un ángulo con el cuerpo, con las garras abiertas y adelantadas el ave de Júpiter se clava materialmente contra la pared de la cueva de los zorros. En el último instante gira en ángulo recto. Y en lugar de chocar y aplastarse contra la dura caliza, como un observador profano hubiera podido temer, sale lateralmente llevándose un zorrillo en las garras hacia el fondo del valle.
Esta es la técnica de caza favorita de la reina de las aves: el ataque por sorpresa. Cuando se la ve describiendo amplias órbitas, en lo alto del cielo, en realidad no está cazando. Simplemente trata de ganar altura, dejándose elevar por las corrientes ascendentes de aire caliente, llamadas térmicas, para alcanzar una situación que le permita desplazarse hasta sus cazaderos. Cuando las águilas tienen altura suficiente, se lanzan en un picado oblicuo muy tendido, sin dar un golpe de ala. Así, pueden cubrir distancias de hasta treinta kilómetros. Aprovechando la gran inercia de su caída, vuelan velozmente pegadas al terreno, tratando siempre de aparecer de improviso sobre las crestas y cuerdas de los valles, para sorprender a los mamíferos o a las aves que se encuentran al abrigo de las laderas. Un águila real, lanzada a más de doscientos kilómetros por hora hacia el fondo de un estrecho valle, es un espectáculo inolvidable. Y a esa gran velocidad el pesado pájaro resulta tan ágil como un azor; y puede cortar generalmente con un giro brusco de costado, la finta de la más ágil liebre o el salto hacia la madriguera del astuto zorro.

Felix Rodriguez de la Fuente.


Nombre_________________________________

PRUEBA DE COMPRENSIÓN LECTORA

1. ¿De cuántos zorros se habla en la lectura?

a) Siete
b) Seis
c) Cinco

2. ¿Cuánto estuvieron a la puerta del refugio?
a) Media hora
b) Una hora
c) Dos horas
3. ¿Por qué se esconden los zorros?
a) Por indicación de su madre
b) Por capricho
c) Por miedo al águila real

4. El zumbido del águila se parece a:
a) Una bandada de torcaces
b) El juego de los zorros
c) Las corrientes térmicas

5. ¿Cuál es la técnica favorita del águila?
a) La caza nocturna
b) El ataque por sorpresa
c) La persecución

6. Cuando da vueltas en el cielo:
a) Trata de ganar altura
b) Observa a sus presas
c) Contempla el paisaje

7. ¿Cuántos km. pueden recorrer en la bajada?
a) Doscientos kilómetros
b) Treinta kilómetros
c) Diez kilómetros

8.¿Cómo lleva las alas en el ataque?
a) Abiertas
b) Cerradas
c) Semicerradas

9. ¿Qué velocidad consigue en la bajada?
a) Doscientos kilómetros por hora
b) Treinta kilómetros por hora
c) Diez kilómetros por hora

10. El águila es tan ágil como:
a) Una liebre
b) Un azor
c) Un zorro
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Relato: El hombre de la gorra marron - Lectura comprensiva

No hace mucho tiempo paseaba por la ciudad un hombre que llevaba puesta sobre su cabeza una gorra de color marrón. Al llegar a la estación de ferrocarril, el hombre se metió en el vestíbulo y se detuvo a contemplar a la gente que entraba y salía cargada con sus maletas, sus bolsas y sus carteras. En esas estaba cuando, de pronto, exclamó con voz alta:

-¡Vaya, vaya!

A continuación abandonó la estación precipitadamente y siguió paseando.

Poco después, el hombre de la gorra marrón llegó a un paso subterráneo. Observó detenidamente la entrada del túnel y se introdujo en él caminando por una acera estrecha, que estaba separada de la calzada por una pequeña valla. Y cuando se encontraba en medio del túnel, se detuvo a ver cómo los coches pasaban a toda velocidad en una y otra dirección. Poco después gritó:

-¡Vaya, vaya!

Inmediatamente el hombre continuó su camino mientras el eco de sus palabras se confundía con el rumor de los coches.

A la salida del túnel había un edificio muy alto con grandes ventanales oscuros. Tenía todas las ventanas cerradas y desde fuera no podía verse lo que la gente hacía en el interior puesto que los cristales hacían el efecto de un espejo en el que se reflejaban el cielo y las nubes. El hombre de la gorra marrón se detuvo frente al edificio y esperó a ver si alguien abría alguna de aquellas ventanas. Pasó el tiempo y las ventanas permanecían cerradas. Entonces nuestro hombre dijo casi gritando:

-¡Vaya, vaya!

Y volvió a esperar a que ocurriera algo.

Cuando vio que todas las ventanas continuaban carradas a cal y canto, gritó de nuevo, y esta vez con mucha más fuerza:

-¡Vaya, vaya!

Y tras esto, continuó satisfecho su camino.

Pasado un rato, el hombre de la gorra marrón llegó a un parque muy bonito en el que había un pequeño lago. La gente paseaba plácidamente por la orilla y se sentaba de vez en cuando en unos bancos pintados de rojo a contemplar cómo paseaban los demás. También había muchas madres y abuelos que empujaban sillitas de bebé, ancianas que echaban miguitas de pan a las palomas, niños que corrían hacia ellas para asustarlas y verlas salir volando, gente de todas las edades que corría, saltaba y hacía deporte... Y, a la orilla del lago, había un empedrado donde se habían sentado parejas de enamorados y grupos de jóvenes que tocaban la guitarra.

Justo en el centro de aquel parque se alzaba una escultura en la que se representaba a un joven desnudo y frente a él un ave de rapiña. El joven señalaba con su mano derecha al ave y elevaba la otra mano hacia el cielo.

El hombre de la gorra marrón se detuvo ante aquella estatua. Luego miró en derredor y estuvo contemplando un buen rato a la gente. Y, de repente, volvió a gritar a pleno pulmón:

-¡Vaya, vaya!

Algunas personas que paseaban por el parque se pararon curiosas y se quedaron esperando a ver si aquel hombre decía o hacía algo más. Pero él se limitó a emprender de nuevo su camino sin añadir ni media palabra.

Y andando, andando, el hombre de la gorra marrón llegó a un gran edificio gris que estaba situado en una amplia avenida. Delante del edificio había muchos coches de policía aparcados. El hombrecillo se detuvo ante la puerta y gritó en tono decidido:

-¡Vaya, vaya!

Al instante salieron precipitadamente de aquel edificio algunos policías, arrestaron al hombre de la gorra marrón y le introdujeron en la comisaría. Allí le cachearon para ver si llevaba armas y le interrogaron a fondo. Después de comprobar que el hombre de la gorra marrón no pretendía nada malo, le sacaron de la comisaría y le dijeron:

-A nosotros no nos hace ninguna gracia que usted vaya gritando por todas partes "¡Vaya, vaya!". Pero como no hay ninguna ley escrita que prohíba decir por la calle "¡Vaya, vaya!", tenemos que dejarlo en libertad.

Y ¿sabéis lo que en aquel mismo momento respondió el hombre de la gorra marrón?

Sí, exactamente eso.

Franz Hohler El bloque de granito en el cine. (Adaptación)


PRUEBA DE COMPRENSIÓN DE LECTURA

Nombre________________________________

1.- El hombre de la gorra marrón solía decir:

a) ¡Ya, ya!.

b) ¡Vaya, vaya!.

c) ¡Venga, venga!.

2.- En la estación de ferrocarril le gustaba:

a) Contemplar a la gente que entraba y salía.

b) Ayudar a llevar maletas y bolsas.

c) Observar los trenes.

3.- En el paso subterráneo el hombre observaba:

a) La acera estrecha.

b) Una pequeña valla.

c) Los coches que pasaban a toda velocidad.

4.- El eco de sus palabras se confundía con:

a) El rumor de los coches.

b) El diálogo de la gente.

c) El ruido de los aviones.

5.- ¿Por qué no se podía ver el interior del gran edificio?

a) Porque estaban las ventanas cerradas.

b) Porque reflejaba la luz en los cristales.

c) Porque los cristales hacían el efecto de un espejo.

6.- ¿Qué había en el parque?

a) Doce fuentes.

b) Un pequeño lago.

c) Varios elefantes.

7.- En el parque, el joven de la estatua señalaba con su mano derecha:

a) Al joven desnudo.

b) Al cielo.

c) Al ave de rapiña.

8.- ¿Por qué los policías arrestaron a este hombre?

a) Porque gritó delante de la comisaría.

b) Porque llevaba una gorra marrón.

c) Porque no hacía nada provechoso.

9.- ¿Para qué cachearon al hombre?

a) Para comprobar si llevaba drogas.

b) Para ver si llevaba armas.

c) Para distraer la atención.

10.- ¿Por qué soltaron al hombre de la gorra marrón?

a) Porque no tenían calabozos.

b) Porque no les gustó la gorra.

c) Porque ninguna ley prohíbe decir: ¡Vaya, vaya!.
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Lectura : El lenguaje de las aves - Lectura Comprensiva

Eran tiempos de guerra entre moros y cristianos en la vega de Granada, y María no solía alejarse sin escolta del castillo en que vivía. Sin embargo, rodeada de arcabuces y ballestas se sentía prisionera. Con ella estaba siempre Hernando, un joven morisco cuya presencia le era tan grata que las cosas parecían más hermosas cuando él estaba cerca.

Una tarde abandonaron ambos el castillo y marcharon por senderos estrechos y escarpados, flanqueados de viejísimos olivos. Los dos se detuvieron a contemplar un antiguo castillo moro, casi destruido por las guerras y los años. Desde una quebrada llegaba el canto claro y sonoro de una avecilla.

-¿Qué pájaro es ése? -preguntó María admirada.

-Es el ruiseñor, que llama a su compañera -respondió Hernando.

-Pero ¿no suele el ruiseñor cantar de noche?

-Canta noche y día, y todas las horas parecen ser escasas para sus gorjeos. Pero con la noche cesan los ruidos, y hay quietud para oír lo que durante el día no suele oírse.

-¿Es cierto que los pájaros hablan unos con otros? -preguntó María.

-Al menos pueden entenderse entre ellos.

-Siendo yo muy niña pensaba que los animales y aun las cosas podían hablar como las personas, y disfrutaba oyendo historias de hombres sabios que entendían el lenguaje de las aves y de las plantas. ¿Conoces tú estas bellas leyendas?

-Aún se cuentan en Granada algunas de ellas; mi preferida es la del príncipe enamorado.

-Nárrala para mí ahora -suplicó María, sentándose al pie de una años a higuera silvestre.

Hace largos años había en Granada un rey despótico y cruel, al que temían todos sus súbditos. Su hijo mayor, el príncipe Hassán, por el contrario, era bondadoso y gustaba de mezclarse con campesinos y gentes sencillas. Y ocurrió que el príncipe se enamoró de la hija de un labrador de la vega llamado Abahul.

Los jóvenes mantenían en secreto su amor. Pero los rumores son más veloces que el viento; el rey se enteró y prohibió a su hijo que viese a la labradora. El príncipe le respondió que deseaba tener a la hija de Abahul como esposa. Enfurecido, el rey le encerró en la Alhambra, en lo más alto de la torre que llaman de Comares, sin más compañía que la de un hosco carcelero.

Pasaba Hassán las horas en la más completa soledad, mirando entristecido hacia la vega. Cientos de aves volaban cerca de la torre. El observaba sus vuelos y oía sus cantos, y así entretenía su ocio y calmaba su tristeza. Al cabo de los meses, el príncipe llegó a comprender el lenguaje de los pájaros.

Una mañana cayó a sus pies una tórtola herida. Hassán la tomó con cuidado y restañó sus heridas; luego calmó su sed y le habló en el lenguaje de las aves. Durante los días en que permaneció en la torre, la tortolica y el príncipe llegaron a ser grandes amigos. Ella le contaba hermosas historias del aire y él le confió la causa de su tristeza. Sanó al fin el ave y una luminosa mañana Hassán la puso en libertad aunque con gran pena, pues con su marcha tornaba a la soledad.

Voló la tórtola hacia la vega y Hassán siguió su vuelo hasta que la vio perderse en la lejanía. Cayó entonces en un profundo abatimiento, y así permaneció hasta que al atardecer se posó la tórtola en el ajimez.

Ella le contó que había visto a la hermosa hija del labrador llorando en el jardín. Aumentó entonces de tal manera el dolor y el abatimiento de Hassán que no quería tomar alimento ni bebida alguna.

Salió la Luna y se volvieron de plata las aguas del Darro. A lo lejos, coronadas de blancos resplandores, se alzaban las cumbres de Sierra Nevada. Cantó el ruiseñor y sus trinos eran más claros que las aguas del río. Pero el príncipe miraba y no veía la hermosura de la montaña, oía y no escuchaba el canto del ruiseñor. El alba lo encontró acodado en el ajimez, mirando tristemente hacia la vega.

Reunió entonces la tórtola a las aves de la llanura y del monte, y juntas deliberaron la manera de sacar a Hassán de su prisión. Al atardecer, cientos y cientos de aves llegaron a la orilla de la Alhambra.

Estaba el carcelero de vigilancia. La llave pendía de su cuello, y el candado tenía dadas tres vueltas. De pronto, el aire se hizo música. Escuchó sorprendido: ¿Qué era aquel sonido suavísimo que descendía de la torre? Nunca había oído nada semejante... Cantaban las aves y el carcelero las oía embelesado. ¡Qué hermosa melodía! Pero entre aquellos gruesos muros llegaba débilmente. Subió unos peldaños; la música era más clara. Subió un poco más; las notas descendían cristalinas y dulces. Subió y subió hasta llegar a lo más alto. Pinzones, calandrias, verdecillos, ruiseñores... desgranaban unidos sus trinos. Salió entonces la Luna y un ensueño maravilloso se apoderó de él. Con el alba, el carcelero despertó sobresaltado de su encantamiento. ¡La llave no pendía de su cuello! La vega despertaba al sol de la mañana, y el príncipe y la hija de Abahul cabalgaban hacia tierras de Córdoba.

Terminó Hernando su narración y el ruiseñor aún seguía cantando.

-¡Qué hermoso canto! -susurró María-. No me extraña el ensueño del carcelero. ¿Crees tú, Hernando, que es posible comprender el lenguaje de las aves?

-No como Hassán. Pero, observando sus costumbres y sus cantos, se puede llegar a entenderlas. Caía la tarde cuando iniciaron la vuelta. Una pareja de palomas salió del olivar y se dirigió al castillo. María las siguió con la mirada; volaban a la par y era su vuelo tranquilo y vigoroso. Se posaron en una de las torres, arrullándose, dándose los picos, ahucando las plumas.

-Ese es el lenguaje de amor de las palomas, ¿no es cierto? -preguntó María. -Así parece. Y creo que se sienten muy felices.

Alzó María de nuevo la vista y su corazón latió angustiado. ¡En el paso de ronda había aparecido un ballestero! María ahogó un grito, y sobre las almenas cayó una paloma con el pecho atravesado.

Voló espantada su compañera, pero no se alejó; describía círculos a su alrededor, con vuelos desiguales. María gritaba en silencio: "¡Vuela lejos, paloma!". Los círculos eran cada vez más cerrados, el vuelo más inseguro, la inquietud mayor, y al fin, la paloma fue a posarse junto a su compañera caída. La arrulló, le ofreció el pico, atusó suavemente sus plumas... y, como no pudiera despertarla, abrió la cola y correteó desesperada invitándola a levantar el vuelo. Se alzó un instante y, de nuevo, fue a posarse a su lado.

Dudó un momento el ballestero, pero al fin tensó la ballesta y la paloma cayó sobre las almenas.

-¿Sabes, Hernando, si el amor es más hermoso que la vida? -preguntó María apesadumbrada. Hernando no supo hallar respuesta. El silencio se hizo doloroso y María penetró en el castillo. Concha López Narváez

La tierra del Sol y la Luna. (Adaptación)


PRUEBA DE COMPRENSIÓN LECTORA

Nombre_________________________________

1.- María y Hernando vivían en:

a) Granada.

b) Córdoba.

c) Sevilla.

2.- Una tarde escucharon el canto de:

a) Una calandria.

b) Un pinzón.

c) Un ruiseñor.

3.- ¿De qué hablaban María y Hernando?

a) Del silencio de la noche.

b) Del lenguaje de los pájaros.

c) De las guerras entre moros y cristianos.

4.- Una leyenda de Granada hablaba de:

a) Castillos y almenas.

b) Pájaros cantores.

c) El príncipe Hassán.

5.- El príncipe Hassán se enamoró de:

a) La hija del labrador Abahul.

b) María.

c) Una princesa cristiana.

6.- El rey enfurecido lo encerró en la torre de:

a) La mezquita.

b) Comares.

c) Un castillo abandonado.

7.- Hassán se hizo amigo de:

a) Un ruiseñor.

b) Una paloma.

c) Una tórtola herida.

8.- El canto de cientos de aves lograron que:

a) El carcelero cayera en un ensueño maravilloso.

b) Todos se pusieran contentos y alegres.

c) El aire se llenó de música.

9.- Hassán y la hija de Abahul se dirigieron a:

a) Granada.

b) Córdoba.

c) Sevilla.

10.- Al ver morir a las dos palomas, María se preguntó:

a) Si el amor es más hermoso que la vida.

b) Si el hombre puede entender a las aves.

c) Si era justa una muerte así.
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Poema del Mio Cid - Lectura comprensiva

En Valencia con los suyos vivía el Campeador;
Con él estaban sus yernos, Infantes de Carrión.

Un día que el Cid dormía en su escaño, sin temor,
un mal sobresalto entonces, sabed, les aconteció:
Escapose de una jaula, saliendo fuera, un león.

Los que estaban en la Corte sintieron un gran temor;
recogiéronse sus mantos los del buen Campeador,
y rodean el escaño en guarda de su señor.

Allí Fernando González, infante de Carrión,
ni en las salas ni en la torre ningún refugio encontró;
metiose bajo el escaño, tan grande fue su pavor.

Diego González, el otro, por la puerta se salió diciendo con grandes gritos:
-¡Ay, que no veré Carrión!
Tras la viga de un lagar metiose con gran temor;
todo el manto y el brial sucios de allí los sacó.

En esto que se despierta el que en buen hora nació;
de sus mejores guerreros cercado el escaño vio:
-¿Qué pasa aquí, mis mesnadas? ¿Qué queréis? ¿Qué aconteció?
-Es que, mi señor honrado, un susto nos dio el león.

Apoyándose en el codo, en pie el Cid se levantó:
El manto se pone al cuello y encaminose al león.

La fiera, cuando vio al Cid, al punto se avergonzó;
allí bajó la cabeza, y ante él su faz humilló.

Nuestro Cid Rodrigo Díaz por el cuello lo tomó,
y lo lleva de la mano, y en la jaula lo metió.

A maravilla lo tiene todo el que lo contempló.

Volviéronse hacia la sala donde tienen la reunión.

Por sus dos yernos Rodrigo preguntó, y no los halló;
aunque a gritos los llamaban, ni uno ni otro respondió,
y cuando los encontraron, los hallaron sin color.

No vieseis allí qué burlas hubo en aquella ocasión;
mandó que tal no se hiciese nuestro Cid Campeador.

Sintiéronse avergonzados Infantes de Carrión;
fiera deshonra les pesa de lo que les ocurrió.


Anónimo. Poema del mío Cid (Versión de Francisco López Estrada.)


PRUEBA DE COMPRENSIÓN DE LECTURA

Nombre_________________________________

1.- ¿Cómo se llamaban las hijas del Cid?

a) Doña Elvira y doña Sol.

b) Doña Elvira y doña Juana.

c) Doña Juana y doña Sol.

2.- Sus maridos eran:

a) Los infantes de Castilla.

b) Los infantes de Valencia.

c) Los infantes de Carrión.

3.- ¿Qué suceso ocurrió un día?

a) Que atacaron los moros.

b) Que se escapó un león de la jaula.

c) Que se formó una tormenta.

4.- ¿Cómo se comportaron los infantes de Carrión?

a) Con gran valentía.

b) Con indiferencia.

c) Con cobardía.

5.- ¿Qué hizo Fernando González?

a) Meterse debajo del escaño.

b) Ponerse tras la viga de un lagar.

c) Salir corriendo.

6.- ¿Dónde se escondió Diego González?

a) Debajo de la cama.

b) Tras la viga de un lagar.

c) Detrás de las cortinas.

7.- ¿Quién es "el que en buen hora nació"?

a) El Cid Campeador.

b) El infante de Carrión.

c) Fernando González.

8.- ¿Qué hizo el león al ver al Cid?

a) Levantó la cabeza para verlo.

b) Bajó la cabeza y humilló su faz.

c) Emitió un rugido.

9.- ¿Qué hizo el Cid con el león?

a) Lo soltó en el campo.

b) Lo llevó a un circo.

c) Lo llevó a la jaula.

10.- Los infantes de Carrión se sintieron:

a) Orgullosos.

b) Avergonzados.

c) Contentos.
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Lectura : El búfalo cafre - Compresion de lectura

Hay animales, como los antílopes y gacelas, que se han hecho célebres por su belleza. Otros, como el león, llaman la atención por su bravura y orgulloso porte. Finalmente, los gigantes, como los elefantes y jirafas, impresionan por sus colosales proporciones. Pero existe una criatura africana que, al margen de su tamaño, su porte y su apariencia física, es famosa entre todos los cazadores y zoólogos, precisamente por su peligrosidad. Me refiero al búfalo cafre, el gran bóvido de las sabanas. Porque se sabe que este herbívoro ha causado más víctimas entre sus enemigos naturales incluido el hombre, que cualquier fiera, aparentemente más agresiva e incontrolable.

Para los cazadores europeos y americanos que buscan en África emociones fuertes, el búfalo ha constituido siempre una pieza codiciada. Porque si el tirador no acierta a derribarlo del primer disparo, su obligado rastreo resulta sumamente peligroso. El búfalo herido se retira hacia los más impenetrables matorrales y trata siempre de dar un rodeo para atacar por la espalda al hombre que lo busca, en un paraje que dificulta la visibilidad y los movimientos.

En la carga, el sólido rumiante, que puede alcanzar la tonelada de peso, avanza en línea recta, quebrando el matorral a su paso. Contrariamente a los toros, lleva siempre la cabeza levantada y el hocico al viento, para no perder el contacto olfativo con la víctima. Su fino oído y su aguda vista completan el dispositivo agresor, conjugándose con una agilidad inesperada en el volumen del rumiante. Sus cuernos, extraordinariamente macizos, forman como un casco sobre la frente, para curvarse luego hacia abajo y emerger en dos afiladas puntas laterales. Basta el simple testarazo del escudo central para matar a un hombre. Pero el búfalo acostumbra a ensañarse con sus enemigos, a los que pisotea después de derribarlos. Y aún se dice que con su lengua, áspera como papel de lija, puede lacerar la piel y los músculos.

¿Tendríamos que pensar tras esta comprometida descripción que el búfalo es un ser odioso, merecedor de la más despiadada persecución? En absoluto, porque este apacible torazo sólo ataca cuando es acosado, comportándose, en condiciones normales, como una criatura inofensiva y tímida. Una abrasadora mañana de la gran Fosa del Rift, estábamos filmando pelícanos blancos en las riberas del lago de Mañara, cuando sorprendimos a media docena de grandes búfalos machos, revolcándose en un lodazal.

Félix Rodríguez de la Fuente


PRUEBA DE COMPRENSIÓN DE LECTURA

Nombre_________________________________

1. Son animales célebres por su belleza:

a) Los leones.

b) Los antílopes y gacelas.

c) Los búfalos.

2. El búfalo cafre destaca por su:

a) Peligrosidad.

b) Tamaño.

c) Porte.

3. El búfalo es:

a) Carnívoro.

b) Herbívoro.

c) Omnívoro.

4. ¿Dónde vive el búfalo?

a) La selva virgen.

b) El desierto.

c) La sabana.

5. ¿Por qué es peligroso el búfalo herido?

a) Porque ataca por la espalda.

b) Porque ataca en el descampado.

c) Porque se pone furioso.

6. ¿Cuánto llega a pesar un búfalo cafre?

a) Una tonelada y media.

b) Una tonelada.

c) Media tonelada.

7. ¿Cómo lleva la cabeza cuando ataca?

a) Baja.

b) Inclinada.

c) Levantada.

8. Después de derribar al enemigo, el búfalo:

a) Lo pisotea.

b) Le da cornadas.

c) Le cocea.

9. ¿Cuándo ataca el búfalo?

a) En época de celo.

b) En primavera.

c) Cuando es acosado.

10. ¿Dónde se vieron seis búfalos revolcándose?

a) En la Fosa del Rift.

b) En África del Sur.

c) En Tanzania.
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Cuento de las mil y una noches - Comprension de Lectura

Cuando reinaba el califa Al-Mahdi, se presentó un hombre llamado Isaac Saíd ante el portero del palacio y le dijo:

-Anúnciame al emir de los creyentes.

Y Rebi, el portero, le preguntó:

-Dime quién eres y qué es lo que pretendes.

Y Saíd le respondió:

-Yo soy un hombre que ha tenido una visión relacionada con el emir de los creyentes y querría contársela.

Y el portero Rebi le replicó:

-¿Vaya con éste! Si la gente no suele dar crédito a lo que ve, ¿cómo va a dárselo a lo que otros le cuentan? Discurre otra treta mejor que ésta.

Pero Saíd le dijo al portero:

Está bien; pero te prevengo que si no pasas a anunciarle mi presencia al califa, me valdré de otro que me haga llegar hasta él, y entonces le contaré que te rogué que me anunciases y te negaste.

Pasó luego Rebi a la cámara del califa y le dijo:

-¡Oh, emir de los creyentes! A la puerta hay un hombre que pretende haber tenido una visión buena relacionada contigo y desea contártela.

-Pues hazle pasar -díjole Al-Mahdi.

Pasó Saíd a la presencia del califa. Y dicen que era Saíd hombre de buena planta y buena cara, y tenía unas barbas muy largas y una lengua muy suelta. Y, al verlo, le preguntó el califa:

-¿Qué visión fue esa que tuviste, así Alá te bendiga?

-Vi a alguien que venía a mí en un sueño y me decía: "Anúnciale al emir de los creyentes que se sentará en el trono por espacio de treinta años y, en señal de eso, verá la próxima noche en su sueño un rubí y luego treinta rubíes más".

Al oír aquello exclamó Al-Mahdi:

-¡Qué bello sueño! He de probar lo que dices en mi sueño esta noche, y si se confirma tu anuncio, te daré más de lo que pudieras ambicionar; y si no fuera así, no te he de castigar, pues los sueños dicen una veces la verdad y otras nos engañan.

Luego que acabó de hablar el califa, le dijo Saíd:

-¡Oh, emir de los creyentes! Cuando yo vuelva a mi casa y le cuente a mi familia que tuve el honor de llegar hasta el califa (Alá le colme de mercedes) y me vean que vuelvo con las manos vacías, ¿qué dirán? ¡Creerán que es mentira!

-¿Pues qué quieres que haga? -le dijo Al-Mahdi.

Y le contestó Saíd:

-¡Oh, emir de los creyentes! Anticípame algo a cuenta de lo prometido. Mandó entonces el califa que le diesen diez mil monedas y le pidió un fiador de que había de volver al día siguiente.

Tomó Saíd el dinero y Al-Mahdi le preguntó:

-Bueno; ¿quién es tu fiador?

Miró Saíd a su alrededor y se fijó en un mozo que allí estaba, y dijo al califa:

-Este será mi fiador.

Al-Mahdi preguntó al muchacho:

-¿Sales fiador por él?

Y el muchacho exclamó:

-Sí, emir de los creyentes. Yo seré su faidor.

Fuese luego Saíd de allí con las diez mil monedas. Y sucedió que, llegada la noche de aquel día, tuvo el califa en su sueño la visión que Saíd le había anunciado, todo al pie de la letra, como él le había indicado.

Al amanecer, Saíd se levantó y se dirigió a la puerta del califa, y pidió que le anunciasen su venida. Dio luego Al-Mahdi orden de que lo introdujeran y, no bien posó en él su mirada, le dijo:

-¿Dónde está la verdad de lo que me dijiste?

Y Saíd le replicó:

-¿Pues qué fue lo que vio el emir de los creyentes?

Demoró el califa la respuesta y dijo:

-En verdad tuve la visión que me dijiste, tal y como me la describiste.

Y en el acto mandó que le diesen tres mil dinares y diez arcas de ropas de todas clases y tres caballerías de las mejores que en sus cuadras había.

Cargó Saíd con todo aquello y se retiró muy contento. Y he aquí que, en la puerta, se tropezó con aquel muchacho que le había servido de fiador.

Y el mozo le comentó:

-Por lo visto ese sueño tenía su fundamento.

Y Saíd le contestó:

-¡Por Alá, que no!

Pero el chico le replicó:

-¿Cómo es eso si el emir de los creyentes tuvo el sueño que le anunciaste con todos sus detalles?

-Sí -dijo Saíd-; pero esos son delirios que no tienen padre. Pues todo se debe a que al decirle yo al califa esas palabras impresioné su espíritu y cautivé su corazón y ocupé su imaginación, y al echarse luego a dormir, seguía preocupado con aquello que tenía en su corazón y en su sueño lo vio.

Maravillado se quedó al oírlo el muchacho y Saíd le dijo:

-Ya sabes el secreto; te lo he revelado en atención al favor que me hiciste saliendo mi fiador. Pero, por Alá, te ruego que no lo dejes salir de tu pecho.

Y es el caso que, a partir de aquel día, pasó Saíd a ser comensal del califa, el cual se encariñó con él y lo nombró juez y no le retiró su favor y atenciones mientras vivió. ¡Pero Alá es más sabio!

Anónimo. Las mil y una noches.


PRUEBA DE COMPRENSIÓN LECTORA

Nombre_________________________________

1.- ¿Cómo se llamaba el califa?

a) Al-Mahdi.

b) Isaac Saíd.

c) Rebi.

2.- Al califa también le llamaban:

a) El hijo de Alá.

b) El bienaventurado de los cielos.

c) El emir de los creyentes.

3.- El portero Rebi no dejaba entrar al principio a Saíd porque:

a) Tenía mal aspecto.

b) La gente no suele dar crédito a lo que cuentan.

c) No se creía el sueño.

4.- Isaac Saíd tenía:

a) Una barba corta.

b) Una barba puntiaguda.

c) Una barba larga.

5.- El sueño consistía en que el emir ocuparía el trono durante:

a) Treinta años.

b) Veinte años.

c) Diez años.

6.- La señal de la veracidad del sueño es que el emir vería:

a) Veintiocho rubíes.

b) Un rubí y luego treinta rubíes más.

c) Un rubí y veinte rubíes más.

7.- Al-Mahdi dio a Saíd en anticipo:

a) Diez mil monedas.

b) Diez arcas de ropas.

c) Tres caballerías.

8.- ¿Tenía fundamento el sueño?

a) Sí.

b) No.

c) A veces.

9.- ¿Por qué el emir tuvo el sueño anunciado?

a) Porque los sueños son siempre realidad.

b) Porque Saíd era brujo.

c) Porque se acostó pensando en lo que le dijo Saíd.

10.- El califa Al-Mahdi nombró a Saíd:

a) Juez.

b) Intérprete de sueños.

c) Amigo oficial.
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Lectura : El halcon peregrino - Comprension Lectora

En el mes de febrero los halcones peregrinos presienten la primavera. Macho y hembra se persiguen en raudos y acrobáticos vuelos, imitando fogosas persecuciones de caza. Los científicos llaman paradas nupciales a estos juegos amorosos. Quien no haya contemplado a los halcones peregrinos ascendiendo en círculos perfectos, picando en caídas verticales y cambiando de manos, en pleno cielo, una presa recién capturada, no sabe lo que es la perfección, la velocidad y la agilidad en el vuelo. Durante toda la época de paradas nupciales, el halcón macho vigila constantemente para expulsar de su territorio a cualquier congénere que pretenda invadirlo. Los feudos de los halcones suelen tener de dos a cinco kilómetros de radio y sus propietarios no permiten a otros peregrinos cazar en el interior de sus fronteras. Con ello, los halcones delimitan la densidad de sus poblaciones, de manera que nunca resultan demasiado numerosos ni perjudiciales para las aves que constituyen su alimento.

A principios de marzo, el halcón hembra -bastante más grande que el macho- deposita de dos a cuatro huevos en una oquedad natural e inaccesible del roquedo o en un viejo nido de cuervo. La incubación dura treinta y cinco días. Los polluelos aparecen cubiertos de blanco plumón durante las dos primeras semanas. La madre vigila afanosamente el nido, expulsando a cualquier presunto enemigo, aunque sea del tamaño de un zorro o de un lobo, como he podido observar en algunas ocasiones. El macho caza para toda la familia. Transporta las presas en las garras hasta las inmediaciones del nido, donde se las entrega a la hembra. Ésta se encarga de desplumar y despedazar las aves para alimentar a sus polluelos.

Durante sus dos segundas semanas, los halcones se van cubriendo de plumas. Al mes y medio, totalmente vestidos, están en condiciones de emprender el vuelo. Como puede observarse en las fotografías, los halcones jóvenes o inmaduros son de color pardo rojizo. Hasta después de la primera muda no adquieren los tonos grises y azulados de los ejemplares adultos. Un mes entero permanecen los jóvenes halcones viviendo en la roca paterna, después de haber abandonado el nido. Durante todo este tiempo son instruidos en la caza por los adultos. Para ello, el halcón macho suele transportar presas que deja caer en el aire, para que sus hijos las capturen en pleno vuelo. Paulatinamente, a medida que sus músculos y sus alas se fortalecen, los jóvenes halcones acompañan a sus padres en las cacerías.

Félix Rodríguez de la Fuente



PRUEBA DE COMPRENSIÓN LECTORA

Nombre_________________________________

1.Los halcones presienten la primavera en el mes de:

a) Febrero.

b) Marzo.

c) Abril.

2. Los vuelos acrobáticos de los halcones se llaman:

a) Preparación de la caza.

b) Paradas nupciales.

c) Perfección del vuelo.

3. Durante las paradas nupciales, el macho:

a) Vigila el territorio.

b) Realiza la caza.

c) Observa las presas.

4. Los feudos de los halcones suelen tener:

a) De 2 a 5 kilómetros de diámetro.

b) De 2 a 5 kilómetros de radio.

c) De 2 a 5 kilómetros cuadrados.

5. No dejan cazar a otros peregrinos para:

a) Mantener su territorio.

b) Demostrar su fortaleza.

c) Limitar la densidad de sus poblaciones.

6. ¿En qué mes pone la hembra los huevos?

a) En marzo.

b) En abril.

c) En mayo.

7. ¿Cuántos huevos pone la hembra?

a) De tres a cinco.

b) De dos a cuatro.

c) De uno a tres.

8. ¿Cuánto tiempo dura la incubación?

a) Veinticinco días.

b) Treinta días.

c) Treinta y cinco días.

9. ¿Quién suele cazar?

a) El macho.

b) La hembra.

c) Los machos jóvenes.

10. Los halcones jóvenes son de color:

a) Gris.

b) Azulado.

c) Pardo rojizo.
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sábado, 23 de abril de 2011

jueves, 14 de abril de 2011

Colorear niño comiendo y viendo television. Dibujo para pintar

niño comiendo y viendo television
Niño comiendo y viendo television
Colorear niño viendo television con su comida. Comer delante de la pantalla de un videojuego o trabajando con el ordenador puede aumentar nuestro apetito a lo largo del día.

Los investigadores concluyen que las distracciones mientras comemos pueden provocar un aumento de la cantidad de comida que ingerimos a lo largo del día, algo que ya se había observado en personas que comen mientras ven la televisión. “La memoria y la atención juegan un papel clave en la regulación del apetito y de la cantidad de comida que consumimos”, concluye Jeff Brunstrom, coautor del trabajo publicado en la revista American Journal of Clinical Nutrition.
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Colorear niño comiendo sandwich manzana y jugo

niño durante refrigerio en el colegio
Niño tomando merienda refrigerio
 Colorear niño durante refrigerio en el colegio


CARACTERISTICAS DEL REFRIGERIO ESCOLAR:
Deben ser fáciles de preparar: Utilizar alimentos de fácil preparación.
Practico de llevar: Que permite el uso de envases simples e higiénicos.
Ligero: Evitar preparaciones grasosas y abundantes.
Nutritivo: Que aporte entre el 10 al 15% de los requerimientos de energía del escolar con estado nutricional normal.
Variado

ALIMENTOS RECOMENDADOS PARA LA ELABORACION DE REFRIGERIOS ESCOLARES SALUDABLES:
Frutas frescas y limpias de la estación al natural o en jugos.
Frutas secas envasados: pasas, higos secos, etc.
Leguminosas envasadas: habas tostadas, sin azúcar, sin sal y sin aceite.
Verduras: crudas o cocidas.
Semillas: nueces, almendras, maní, avellanas sin azúcar y sin sal.
Cereales: maíz cancha tostada sin sal y sin aceite, maíz pop corn sin aceite y sin sal, kiwicha, quinua, cebada, arroz, trigo: tostados o inflados sin azúcar, pan y galletas con fibra bajas en grasa y en sal.
Productos lácteos: yogur o lácteos descremados y bajos en azúcar, quesos bajos en sal.
Carnes: pescado pollo, pavo, conservas (de pescado).
Las bebidas que se incluyan pueden ser: chicha, limonada, naranjada, refresco de manzana, de piña bajos en azúcar, agua pura hervida, etc.
Preparaciones: papa sancochada, choclo sancochado, habas sancochadas, huevo sancochado, entre otros
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Colorear niño tomando el desayuno. Pintar el dibujo

niño desayunando cereales y leche
 Colorear niño desayunando cereales y leche

El desayuno ideal para los niños
En muchas ocasiones, por la falta de tiempo, las prisas y los retrasos, algunas familias prescinden de dar de desayunar a sus hijos en casa. Están obligados, por las circunstancias, a llevar a sus hijos más temprano al colegio y muchos desayunan por el camino. Otra alternativa es el desayuno en el colegio, que cada vez, está más cuidado. En la mayoría de las escuelas, el menú está controlado por nutricionistas, lo que significa que se puede confiar en el servicio. Para los padres que tienen más tiempo, en casa, el desayuno ideal y adecuado debe ser variado en alimentos que contengan nutrientes necesarios:

- Lácteos: leche, yogur o queso
- Hidratos de carbono: cereales, galletas, pan.
- Grasas: aceite de oliva o margarina
- Vegetales: frutas o zumos (jugos)
- Otros: mermelada, jamón o pavo, miel.
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Pintar dibujo de niño cambiandose de ropa

niño cambiandose de ropa
Niño cambiandose la ropa solo
Colorear niño cambiandose. Se pone la ropa solo.

Alrededor de los dos años tu hijo ya está preparado para aprender a arreglarse por sí mismo. Es importante que le permitas intentarlo en cuanto percibas los primeros indicios de querer hacerlo, aunque suponga poner a prueba tu paciencia

A esta edad comienzan a mostrar su interés por vestirse y desvestirse solos como hacen papá y mamá. En realidad estos primeros intentos no van más allá de quitarse los calcetines o tratar de ponerse el abrigo. Con 2 años y medio, tu hijo probablemente será capaz de desvestirse completamente con sus propias manos, lo que puede ser muy útil a la hora del baño. Vestirse es una habilidad claramente más difícil que desvestirse, así que por el momento sólo podrá ponerse los calcetines y quizás una camiseta y una chaqueta. Con tres años aún tendrá que perfeccionar el arte del cierre (botones, cremalleras, cordones, etc.), pero probablemente ya se pondrá los pantalones o el vestido sin apenas dificultad (bueno, seguramente del revés).
Esto no significa que un niño de 3 años sepa ya vestirse y desvestirse solo. Podrás comprobar que un día tu hijo está dispuesto a todo y al día siguiente no hay quien le haga reaccionar. Algunos tardan más de lo necesario en vestirse, ya sea porque no han adquirido aún la destreza suficiente para hacerlo sin ayuda o bien porque se entretienen por otras razones. Aunque pueda llegar a frustrarte y desesperarte sé paciente y pronto verás los resultados. A los cinco años, la mayoría de ellos pueden vestirse completamente solos excepto atarse los cordones o abrocharse algunos botones.

A continuación te ofrecemos una serie de consejos que pueden ayudarte:

- Cómprale ropa que sea fácil de poner y quitar. Evita las cremalleras, los botones o los cierres pequeños. Opta por pantalones con cinturilla elástica, cierres de velcro, jerséis sencillos, vestidos sin lazos, etc.

- Prepara la ropa la noche anterior. Elígela teniendo en cuenta la previsión del tiempo y las actividades que tenga programadas al día siguiente. Si quieres que la escoja tu hijo pregúntale antes de acostarse. Pero déjale claro que una vez que lo haya decidido no habrá cambios por la mañana.
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Dibujo para colorear niño durmiendo, acostado

Colorear niño durmiendo, acostado.
Colorear niño durmiendo, acostado.

El ambiente es muy importante a la hora de acostar al niño. La habitación debe tener una temperatura adecuada (17-20ºC), respetando las normas de prevención de la muerte súbita. A partir de los 3-4 meses es conveniente que el niño duerma en su propia habitación, si es posible. De no serlo, es recomendable establecer mediante algún separador el espacio del niño en la habitación de los padres. La utilización de una ropa de dormir adecuada a la estación también ayudará al niño a conciliar el sueño. Un niño poco o demasiado arropado puede que tenga la necesidad de despertarse por no encontrarse cómodo, y seguramente se sentirá angustiado y irritado. Si existe la necesidad en el niño de dormir con un muñeco, una mantita, o simplemente con el chupete, hay que respetarla. Muchas veces el niño necesita de algo que le dé más seguridad. Y eso es lo que más necesitan los niños para tener una buena noche de sueño.

Por otro lado, es necesario aclarar que cada niño es un mundo y que su comportamiento y sus hábitos serán orientados, de alguna manera, por su carácter. Serán los padres los que sabrán qué tipo de rutina y de costumbres adoptarán a la hora de ayudar al niño a que se duerma mejor, dependiendo de su forma de ser.
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viernes, 8 de abril de 2011

miércoles, 6 de abril de 2011

Colorear niños en el aula del colegio

niños en el aula del colegio

Niños atendiendo la clase de la maestra
Colorear niños estudiando en salon de clase La decoración del salón de clases debe ser dirigida hacia los niños. No tiene que ser un parque de diversiones, a menos que este en su presupuesto! Una pequeña imaginación puede llegar muy lejos. Trate de pensar al nivel de los niños y hágalo interesante para ellos. Posters cristianos, relucientes y coloridas señales de “bienvenidos” paredes pintadas recientemente, atractivos cuadros de asistencia, árboles de dulces (para recompensas) y otras creativas decoraciones para la pared y el techo. Sabanas viejas pueden ser transformadas en banderas para la causa de cristo. Cuando sea posible deje que los niños le ayuden, ellos querrán mostrar a otros la habitación que ellos han ayudado a crear. Adorne la orilla de su pizarrón con un interesante tema mensual, los adornos pueden ser hechos fácilmente de cartulina y otros materiales. Arcas gigantes, la armadura de Dios, héroes de la Biblia, villanos de la Biblia, Biblia parlantes y mas pueden rodear su pizarrón. ¿Tiene un viejo cofre? Conviértalo en un cofre del tesoro, y llénelo de Biblia. Porque donde este tu tesoro ahí estará también tu corazón. Los niños que olvidan su Biblia o no tienen una pueden ocupar una del cofre del tesoro. Una radio estereo para tocar su música favorita. Cajas de sonido son también una manera de ilustrar efectos de sonido durante historias. Añada un micrófono y usted o uno de los niños conviértase en un reportero ambulante. Recuerde que la primera impresión es la más importante. ¡Dele significado, hágalo divertído!
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martes, 22 de marzo de 2011

Cuento: El sapo encantado. Dos enamorados.

Hace mucho tiempo un joven llamado Claudio pasaba por un bosque a caballo. De repente apareció la bruja Escaldufa y se encontró con el joven Claudio. La bruja le pidió si quería casarse con ella, Claudio dijo que no porque era fea y malvada. Escaldufa enojada lo convirtió en sapo, el caballo vio al sapo Claudio, lo tiró y salió corriendo.

Al día siguiente el caballo buscaba a su dueño Claudio, lo conocía muy bien porque llevaba ropa y los demás sapos no.

El caballo lo encontró al fin, estaba en la orilla de una laguna mirando tristemente su cuerpo en el reflejo del agua. El caballo se quedó con él.

El joven Claudio trató de comunicarse con el caballo, le dijo si podía encontrar a una mujer. Comenzó a entender lo que decía y le dijo que conocía a una mujer pero que era una coneja embrujada por Escaldufa. La buscaría, su nombre era Etel.

Claudio le dijó al caballo que para que se rompa el hechizo tenían que besarse. El caballo se fue cabalgando.

El caballo encontró a la coneja, le contó lo de Claudio, la subió al lomo y fueron en busca del sapo.

Llegaron donde estaba el joven, la coneja vio al sapo y rápidamente se enamoró, lo iba a besar y entonces apareció la bruja Escaldufa para impedirlo pero Etel y Claudio se dieron un beso igual.

Los jóvenes se fueron transformando en su forma humana y se enamoraron perdidamente. Se casaron en una boda muy grande y tuvieron dos hijos, Palmiro y Raquel y fueron una familia feliz.
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